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Vidrios laminados, de seguridad, templados, bajo emisivos… ¡Qué difícil resulta a veces tomar una decisión! Y es que si debes elegir tus futuras ventanas o simplemente estás pensando en cambiarlas, tendrás que decantarte por alguno de ellos.

El vidrio laminado consiste en la unión de dos o más vidrios (láminas) a través de la utilización de un pegamento especial llamado polivinil butiral o PVB, un material plástico con excelentes cualidades de adherencia, elasticidad, transparencia y resistencia. Con esto se dota a la ventana de una mejora en el aislamiento acústico y también en la seguridad. Esto último es debido a que si por cualquier motivo se rompe el vidrio, los trozos de cristal no se caen y quedan esparcidos por el suelo, sino que continúan pegados al resistente pegamento PVB (como ocurre con las lunas de los coches). De esta forma se aporta protección frente a a posibles intrusos en nuestra vivienda y también se previenen accidentes domésticos, pues no hay riesgo de cortarse o de clavarse un trozo de cristal.

Aunque es uno de los vidrios, en concreto el más utilizado, en lo que a seguridad se refiere (pues es conocido por casi todos para hacer referencia a los vidrios de seguridad), no es este el único que puedes encontrar para cumplir este objetivo. Por ejemplo, otro de los que más se usan para conseguir seguridad es el vidrio templado. E, incluso se suele optar por combinarlos, poniendo un vidrio templado con un vidrio laminar para mejorar aún más sus propiedades.

Principales características del vidrio laminado

  • Resistencia a la penetración, debido a la lámina de burital. Ésta es sin duda su característica más destacable, de ahí que se recomiende su instalación para usos con especiales exigencias de seguridad y protección de personas y bienes.
  • Fragmentación, un plus, tal como mencionamos anteriormente ya que, en caso de rotura, los fragmentos quedan adheridos al pegamento.
  • Aislamiento acústico: también lo hemos comentado antes. Y es que este tipo de vidrios mejoran la atenuación acústica de la vivienda gracias a su composición, logrando una mayor confortabilidad para tu casa y desterrando definitivamente los ruidos.
  • Resistencia a los golpes, gracias a la elasticidad del pegamento PVB, con lo que se consigue una mayor protección ante impactos. La justificación es que ante un golpe sobre el vidrio laminado, el PVB absorbe la energía del impacto y gracias a su elasticidad se mantiene la adherencia al cristal.
  • Transparencia y durabilidad. La composición que incluye la película de PVB no altera cualidades del vidrio, como son la transparencia o la durabilidad (que en este caso, además, se ve aumentada).
  • Control solar. Este tipo de vidrio no es incompatible con la protección de la radiación ultravioleta. Se le puede añadir esta propiedad para filtrar los rayos UV, eso sí, el coste aumentará.
  • Color: Hay múltiples posibilidades para poder poner el vidrio de color, pues las láminas pueden ser transparentes, translucidas, opacas… y también con colores. Echa un vistazo a las diferentes marcas.

Y un último dato a tener en cuenta, sobre todo para cuando te acerques a informarte,  es que la composición de estos vidrios se representa como una suma del grosor de los vidrios (láminas) que a su vez los componen.

Vidrio laminado o de seguridad